Se ha iniciado una investigación después de las afirmaciones de que los contratistas del Ministerio del Interior pagaron por sexo mientras deportaban personas al extranjero, según los medios especialistas en el caso.

Cinco denunciantes han dicho que algunos colegas pagaban regularmente a trabajadoras sexuales en escalas nocturnas durante un período de 10 años después de acompañar a migrantes en vuelos desde el Reino Unido.