Poco después de que la oposición se hiciera con cargos clave en Kiev y el parlamento aprobara la liberación inmediata de la encarcelada líder opositora Yulia Timoshenko, Yanukovich denunció un "golpe de Estado" y rehusó dimitir, .

"Hay un golpe de Estado en el país. No tengo la intención de presentar mi dimisión. Soy un presidente electo legítimamente. No tengo la intención de irme del país", declaró Yanukovich, desde Jarkiv, en el este de Ucrania. Aseguró que hará "todo para evitar un baño de sangre", luego de que más de 80 personas murieron entre martes y jueves en enfrentamientos entre policía y manifestantes.

Yanukovich calificó además de "ilegítimas" las decisiones adoptadas en las últimas horas por el parlamento, que votó una resolución para liberar "inmediatamente" a Timoshenko, líder de la Revolución naranja prooccidental de 2004, y exprimera ministra.
Poco antes, la mano derecha de Timoshenko, Olexander Turchinov, fue elegido presidente del parlamento ucraniano, donde reemplazó a una persona del entorno de Yanukovich, que había dimitido por la mañana.

"Nuestro objetivo es reanudar el funcionamiento de las instituciones. El parlamento me ha encargado de coordinar la actividad del gobierno y de estabilizar la situación", aseguró Turchinov. El parlamente designó asimismo a otro allegado de Timoshenko, Arsen Avakov, como ministro del Interior interino.