El Papa Francisco pidió el domingo un diálogo "abierto y sincero" para resolver un enfrentamiento entre la Iglesia y el gobierno en Nicaragua, luego del arresto de un obispo que es un destacado crítico del presidente Daniel Ortega.

Hablando a peregrinos y turistas en la Plaza de San Pedro para su bendición semanal, Francisco hizo sus primeros comentarios sobre la crisis en el país centroamericano, donde en los últimos meses las autoridades han detenido a sacerdotes mientras que otros se han exiliado.

Francisco, que no mencionó específicamente la detención del obispo Rolando Álvarez de Matagalpa, en el norte del país, dijo que sigue la situación en Nicaragua "con preocupación y dolor" y pidió oraciones por el país.

“Me gustaría expresar mi convicción y mi deseo de que, a través de un diálogo abierto y sincero, se puedan encontrar las bases para una convivencia respetuosa y pacífica”, dijo Francisco.

Álvarez fue secuestrado durante un allanamiento antes del amanecer en Matagalpa el viernes y puesto bajo arresto domiciliario en la capital, Managua.

Álvarez, crítico del gobierno de Ortega y una de las figuras más influyentes de la Iglesia nicaragüense, había estado recluido durante dos semanas en una casa de la Iglesia en Matagalpa junto con cinco sacerdotes, un seminarista y un camarógrafo de un canal de televisión religioso.

La policía dijo que los sacerdotes, el seminarista y el camarógrafo fueron llevados a una prisión en Managua. Naciones Unidas expresó su preocupación por el ataque y la Organización de Estados Americanos lo condenó.

La relación entre la Iglesia católica y el gobierno se ha visto gravemente tensa desde la dura represión de las protestas en 2018, cuando la Iglesia actuó como mediadora entre el gobierno y los manifestantes. La Iglesia ha pedido justicia para las más de 360 personas que fallecieron durante los disturbios

El obispo nicaragüense Silvio Báez, también crítico del gobierno, se exilió en 2019.En marzo pasado, el Vaticano protestó ante Nicaragua por la expulsión efectiva de su embajador, diciendo que la acción unilateral era injustificada e incomprensible.

El arzobispo Waldemar Sommertag, que había criticado el alejamiento de Nicaragua de la democracia, tuvo que abandonar el país repentinamente después de que el gobierno retirara su aprobación al enviado.

A principios de este mes, la policía cerró siete estaciones de radio vinculadas a Álvarez y dijo que lo estaban investigando por supuesta conspiración.