El Papa Francisco comunicó estár profundamente entristecido al enterarse de la gran pérdida de vidas causada por un poderoso terremoto que azotó el sureste de Turquía y el noroeste de Siria. 

El terremoto de magnitud 7,8 sacudió amplias franjas de los países vecinos la madrugada del lunes, derribando cientos de edificios y matando a más de 2 mil personas. 

Se cree que todavía hay cientos de personas atrapadas bajo los escombros y se espera que aumente el número de muertos a medida que los rescatistas buscan montones de restos en ciudades y pueblos de la zona. 

En dos telegramas separados firmados en su nombre por el secretario de Estado del Vaticano, el cardenal Pietro Parolin, el Papa ofreció palabras de condolencia y pidió a los nuncios apostólicos, Marek Solczynski en Turquía, y Mario Zenari en Siria, enviar su seguridad de su cercanía espiritual a todos los afectados. 

El Papa encomendó “a la amorosa misericordia del Todopoderoso a los que fallecieron” y envió su “más sentido pésame a quienes lloran su pérdida”. 

Asimismo, dijo que “reza para que el personal de emergencia sea sostenido en el cuidado de los heridos y en los esfuerzos de socorro en curso por los dones divinos de la fortaleza y la perseverancia”. 

El Papa también expresó un “signo renovado de su solidaridad espiritual” para el “sufrido pueblo sirio”.