Un niño de cinco años en Marruecos que estuvo atrapado durante cuatro días en un pozo profundo, y cuya difícil situación cautivó a los residentes del reino del norte de África, murió, dijo el palacio real.

El niño, Rayan Awram, cayó 32 metros (100 pies) por el pozo vacío en su pueblo natal de Ighrane el martes por la tarde. Desde entonces, cada detalle de la compleja y peligrosa misión para alcanzarlo ha generado titulares internacionales y una gran simpatía en línea, con la versión árabe del hashtag # SaveRayan volviéndose viral.

El pozo, de solo 45 cm (18 pulgadas) de ancho, era demasiado angosto para que los rescatistas llegaran a Rayan, y ensancharlo se consideró demasiado arriesgado. En cambio, se desplegaron grandes excavadoras para cavar una pendiente con la esperanza de alcanzar al niño desde un costado.

En las etapas finales, con los equipos estimados a solo tres metros de Rayan, las autoridades decidieron cavar a mano para evitar un deslizamiento de tierra rocosa y arenosa. Se introdujeron grandes tubos redondos de hormigón para hacer un túnel horizontal más seguro para el tramo final.

Pero el sábado, el rey marroquí Mohammed VI expresó sus condolencias a los padres del niño después de que los rescatistas sacaran su cuerpo el sábado por la noche y se lo llevaran envuelto en una manta amarilla.

Anteriormente, sus padres, Khaled Oram y Wassima Khersheesh, habían sido escoltados a una ambulancia cercana.