Según informes, las familias de los jugadores de la Copa Mundial de Irán han sido amenazadas con encarcelamiento y tortura si el equipo continúa con las protestas contra el régimen.

Las estrellas iraníes se negaron a cantar el himno nacional en su primer partido contra Inglaterra como parte de un movimiento de protesta que se ha extendido por todo el país, provocando fuertes críticas por parte de muchos de sus políticos.