La crisis generada por la guerra entre Rusia y Ucrania está generando diversos problemas en el continente europeo, básicamente porque las sanciones impuestas al país de Vladimir Putin, provocan una caída en la provisión de energía, especialmente gas.

Los temores por el agravamiento del abastecimiento a su vez, determinan una caída en la confianza y con ella un derrumbamiento en el valor de la moneda común continental, al punto que su ha devaluado respecto al dólar.