En estrategia básica, una de las condiciones para que dos países establezcan una alianza, es que tengan un enemigo común. Es cierto que China y Rusia han sido históricos rivales, en términos futboleros, irreconciliables, Boca y River, pero eso no puede impedir que se tracen escenarios en los que se evalúe que trabajen mancomunadamente, sumar las fuerzas de uno a las del otro, para enfrentar a un enemigo común.