Los dos centenares de pasajeros que viajaban esta mañana en un vuelo de Ethiopian Airlines hacia Roma pasaron un mal momento al notar que la aeronave había sido secuestrada por alguien que tenía otros planes para ese vuelo. El responsable resultó ser el propio copiloto, Olivier Grosjean, quien decidió aterrizar en Suiza, donde pidió asilo.

Según la policía de Ginebra, que confirmó esta versión, Grosjean, un etíope de 31 años, aprovechó un momento en que el piloto se fue de su puesto para ir al baño y se encerró en la cabina de mandos.

El vuelo ET702, con un trayecto previsto de Addis Abeba a Roma, aterrizó en Ginebra a las 6.02 hora local (3.02 en la Argentina) y el copiloto se entregó diez minutos después a las autoridades, explicó el vocero de la Policía de Ginebra, Enric Grandjean.

"Una vez que el avión aterrizó, el copiloto salió del mismo por la ventana de la cabina de mandos y se dirigió corriendo al primer policía que encontró para comunicarle que era el responsable del secuestro y que lo único que quería era asilo político porque en su país estaba en peligro", aclaró.

El responsable, que no iba armado, es interrogado por la Policía.

Según aclaró Grandjean, el copiloto contactó minutos antes de las 4 hora local al control del aeropuerto de Ginebra para comunicar un problema técnico para poder aterrizar; y a las 4.30 activó la alerta de secuestro.

"En ningún momento tuvimos contacto con el piloto porque no estaba dentro de la cabina de mandos", explicó el portavoz de la Policía.

Tras la detención del copiloto, el avión fue rodeado por decenas de policías de los cuerpos de elite y los 202 pasajeros comenzaron a descender uno a uno sobre las 8 hora local.

La Policía está ahora recogiendo testimonios de los pasajeros, que recibirán atención médica atención médica y psicológica.
Según contó el portavoz policial, los pasajeros no tuvieron constancia de que el avión había sido secuestrado y sólo supieron de lo sucedido cuando se dieron cuenta de que habían aterrizado en una ciudad diferente a la de su destino.

La compañía aérea organizará en las próximas horas el retorno de los pasajeros a Roma u otras ciudades italianas.

JUICIO

El fiscal de Ginebra, Olivier Jornot explicó que el secuestrador se enfrenta a una pena de hasta 20 años y descartó que sea transferido a Etiopía para el juicio, que se celebrará en Ginebra.

"La ley penal de Suiza no incluye el delito de piratería del aire, pero sí de secuestro, castigado con penas que pueden llegar hasta los 20 años", afirmó a la prensa.

Según el fiscal, hay muy pocas posibilidades de que el asaltante obtenga el asilo político que ha solicitado porque "ha cometido un crimen para ello".

No obstante, matizó que, según lo sabido hasta el momento, el asaltante, de momento, "responde más al perfil de una persona desesperada que al de un criminal".

Previsiblemente pasarán 48 horas hasta que se conozca la suerte del copiloto, ya que la Policía puede tener detenido para ser interrogado hasta 24 horas, cuando pasaría a custodia judicial con otras 24 horas de plazo hasta decidir qué cargos se le imputan.


Agencias EFE y AFP