El presidente egipcio, Mohamed Mursi, pasó a retiro a la cúpula del Ejército y restauró los poderes presidenciales restringidos por la enmienda constitucional introducida el último día de la votación que lo convirtieron en el primer mandatario democrático del país.

Poco después de conocida la movida, varios centenares de personas ganaron las calles para festejar tanto en la capital El Cairo como en Alejandría.

El sorpresivo gesto presidencial, que busca zanjar la prolongada pulseada por el poder desatada en el país árabe tras la caída de Hosni Mubarak, incluye al poderoso jefe del Ejército y ministro de Defensa, Husein Tantawi, y al jefe del Estado Mayor, Sami Anan, quienes tras jubilarse, no obstante, permanecerán como asesores presidenciales.

El nuevo ministro de Defensa será Abdelfath al Sisi, que acaba de ser ascendido al rango de mariscal, el mismo que ostenta Tantawi, mientras como jefe del Estado Mayor ejercerá a partir de ahora Sidqi Sobhi.

Mursi anunció asimismo un tercer nombramiento. El cargo de vicepresidente del país, será asumido por el hasta ahora vicepresidente del Tribunal de Casación, segunda máxima instancia judicial del país, Mahmud Meki.

El desplazamiento de Tantawi -ministro de Defensa con Mubarak durante dos décadas- tiene un importante poder simbólico, por ser quien representa como ningún otro el poder militar en el país, además de representar la férrea resistencia de ese organismo a ceder el poder a los civiles elegidos en las urnas.

La tensión entre Mursi y el mariscal Tantatwi escaló aún más evidente la semana pasada, tras la ausencia del mandatario a los funerales de 16 militares muertos en un ataque islamista en la península del Sinaí.

La decisión hecha pública este domingo, está en línea con otra tomada hace solo cuatro días, cuando Mursi emprendió una profunda remodelación de los aparatos de seguridad del Estado, con el retiro del jefe de los servicios secretos, Murad Muafi. Poco antes había destituido al jefe de los servicios secretos y al gobernador de la región del norte de Sinaí, donde hace una semana se produjo un ataque a una base fronteriza egipcia con Israel en la que perecieron 16 soldados.

Las primeras semanas de la presidencia de Mursi estuvieron marcadas por una feroz pulseada con la cúpula militar, que gobernaba el país tras desde la caída de Mubarak y había intervenido desde entonces una y otra vez en el ámbito político.