Los documentos apuntan a un cambio de estrategia de China, cuya capacidad nuclear se sitúa hoy en unas 350 cabezas nucleares, según los investigadores de FAS, una cantidad modesta si se compara con Rusia o Estados Unidos, que operan cada uno de ellos almacenes de hasta 4.000 cabezas, el 90% de las armas nucleares del planeta. El régimen chino, aún lejos de esas cifras, aprieta el acelerador. El Pentágono calculaba hace un año que sus existencias se situaban por debajo de las 200 cabezas.