En el mismo, afirmó que los ataques "fueron llevados a cabo en apoyo a las fuerzas de seguridad iraquíes y las operaciones de las fuerzas kurdas, así como para proteger infraestructuras básicas y al personal e instalaciones de Estados Unidos".

Por último, el Departamento de Defensa estadounidense aseguró haber llevado a cabo un total de 84 bombardeos en Irak desde el 8 de agosto, 51 de los cuales fueron ejecutados en los alrededores de la represa.

Los peshmerga, combatientes de la región semiautónoma del Kurdistán iraquí, se hicieron a última hora del domingo con el control de la totalidad de la represa de Mosul con el apoyo de la aviación estadounidense.

La represa de Mosul es de importancia estratégica, ya que su destrucción anegaría la ciudad de Mosul, la segunda más poblada de Irak, y la crecida alcanzaría incluso Bagdad.

El Estado Islámico -anteriormente Estado Islámico de Irak y el Levante (EIIL)- proclamó a finales de junio el Califato Islámico y nombró califa a su líder, Abú Bakr al Baghdadi. La nueva organización se declara Estado independiente y reclama que todos los musulmanes del mundo le juren fidelidad.

Desde entonces lanzó numerosas campañas de venganza contra la comunidad chiita y otras comunidades minoritarias de las zonas que controla, como la cristiana y la yazidí, ejecutando a miles de personas y destruyendo numerosos lugares de culto.

El martes se conoció un estremecedor video en el que un miembro del EI decapita en Siria al periodista estadounidense James Foley y, mostrándolo en cámara, amenaza con que hará lo mismo con Steven Sotloff, otro trabajador de prensa secuestrado por los yihadistas, si Barack Obama insiste con sus intervenciones en Irak.

Como respuesta, Obama dijo sentirse "asqueado" y prometió ayer que la Casa Blanca hará justicia y mantendrá los esfuerzos para derrotar al grupo extremista.