Dos sospechosos eran buscados intensamente por fuerzas de seguridad al noreste de París, en medio de temores a nuevos ataques en una jornada de duelo y más nervios, en la que una agente de policía murió baleada y una mezquita fue atacada con granadas.

La policía, que desalojó la zona y cortó rutas, lleva a cabo un operativo especial y tendría rodeados a los dos jóvenes franceses en un radio de 20 kilómetros cuadrados.

Sobre el final de la tarde, en conferencia de prensa, el ministro del Interior, Bernard Cazeneuve, brindó detalles del atentado de ayer en París contra las oficinas de Charlie Hebdo, que dejó 12 muertos, y de la historia personal de los dos sospechosos y aseguró que se "encontrarían" en la zona de Villers-Cotteret, un pueblo rural de la región de Picardie, a 80 kilómetros de París.

A más de 36 horas del atentado contra el popular semanario, que vivía bajo amenaza de grupos islamistas por haber publicado caricaturas de Mahoma, el ministro Cazeneuve dijo que nueve personas fueron detenidas hasta ahora en el marco de la investigación y afirmó que "el cerco se reduce".

El ministro confirmó versiones periodísticas de que los sospechosos, a bordo de un Renault Clio de color gris, fueron localizados cuando robaron combustible y alimentos en una estación de servicio. El dueño los identificó porque iban fuertemente armados.
Asimismo, Cazeneuve anunció una reunión en París el próximo domingo de los responsables de Interior de los países europeos más amenazados por el islamismo y de Estados Unidos.

En un boletín, la policía francesa dijo que los hombres están armados y son peligrosos, mientras que distintos medios, citando a fuentes de la investigación, dijeron que los sospechosos contarían con ametralladoras Kalashnikov y un lanzacohetes, las armas utilizadas para el ataque al semanario.

La policía especial BRIC, con tanques de asalto, escudos y equipada con fusiles de asalto y armas pesadas, desplegó un fuerte operativo para interceptar a los sospechosos en la región de Picardie, según pudo verse en imágenes televisivas.

Entretanto, el presidente francés, el socialista Francois Hollande, recibió a su predecesor, el conservador Nicolas Sarkozy, en el palacio presidencial del Elíseo, mientras que el primer ministro francés, Manuel Valls, anunció que siete personas fueron detenidas en las ultimas horas y dijo que la posibilidad de un nuevo atentado era la "principal preocupación" del gobierno.

Tras el atentado en Charlie Hebdo y las manifestaciones espontáneas realizadas en todo el país, que reunieron a mas de 100.000 personas, Francia amaneció hoy con una jornada de duelo nacional y las banderas ondearan a media asta con dos crespones negros durante tres días.

Al mediodía se realizó un minuto de silencio en todo el país, con repiques de las campanas de la catedral parisina de Notre Dame y una detención total del servicio del subte en la capital, donde 800 policías adicionales vigilaron hoy escuelas, lugares de culto y la infraestructura del transporte público.

Nuevas manifestaciones de cientos de personas tuvieron lugar al atardecer en la plaza de la República de París, escenario ayer de una emotiva concentración espontánea de unas 35.000 personas, convocadas por la Alcalde socialista de la capital, Anne Hidalgo. Similares congregaciones se dieron en otras ciudades francesas.

Entre rumores que se expandían por las redes sociales y noticias sin confirmar que los medios de comunicación se apresuraban en lanzar, una sensación de paranoia pareció comenzar a instalarse en Francia por el temor a nuevos atentados.

A pesar de que el ministerio del interior elevó ayer el plan antiterrorista Vigipirate a su nivel más alto ("alerta atentado") y que 800 militares, 3.000 policías y 1.000 gendarmes suplementarios patrullaban las calles de toda Francia, un nuevo "atentado terrorista" en el que murió una mujer policía tuvo lugar esta mañana.

Nuevamente el atacante logró darse a la fuga, esta vez a pie, al escabullirse en una estación de subte.

A las 8.10, un hombre que fue detenido por una infracción de tránsito bajó armado con una ametralladora Kalashnikov y portando un chaleco antibalas y disparó contra dos policías en Montrouge, barrio situado a metros del límite sur de París, informaron fuentes policiales.

El atacante hirió de gravedad a una agente, que falleció dos horas después e hirió de gravedad a otro.

En su conferencia de prensa, Cazeneuve calificó el hecho de "atentado terrorista" pero remarcó que "por el momento no hay lazos con el atentado de ayer".

En medio de la tensión reinante, a media mañana en la ciudad de Le Mans, al suroeste de París, una mezquita fue blanco de un confuso ataque al ser baleado su frente y recibir el impacto de una granada.

Una situación similar se produjo en los Alpes franceses, donde un auto de una familia musulmana fue baleado por desconocidos.

"Algunos imbéciles caen en la trampa de resolver con odio el odio. Islam no es islamismo. En los prejuicios de la gente y de los medios persiste la visión de que todo musulmán es terrorista. Por eso, los musulmanes debemos condenar con firmeza este hecho", afirmó el filósofo Abdennour Bidar, especialista en el islam, en el canal BFM TV.

Por otro lado, el presidente Hollande, quien ayer llamó a "la unión nacional", recibió por la mañana en el Elíseo a Sarkozy.

"Nuestro país, nuestra gran Francia, sabe unirse para defender su ideal de paz. Hoy es un día de duelo nacional, es el espíritu de resistencia que debe ser celebrado", afirmó el mandatario.

Por su parte, Sarkozy pidió "mayor rigor" y sostuvo que aceptó la invitación "para mostrar el clima de unidad nacional, frente a un ataque de una violencia inaudita de fanáticos determinados contra la civilización, la república y nuestro laicismo".

Al mediodía, Hollande realizó una alocución radial par dar inicio del minuto de silencio que paralizó el transporte y los medios de comunicación en todo el país para homenajear a las 12 víctimas.

Este viernes, el presidente recibirá a otros ex jefes de Estado, pero sobre todo a figuras de la oposición, entre ellos la ultraderechista Marine Le Pen, quien por primera vez, dado que su partido Frente Nacional (FN) nunca era invitado por no adherir los valores republicanos, representará a su fuerza en un acto oficial.

En tanto, una "Marcha Republicana" para repudiar el atentado fue convocada hoy para el domingo por partidos políticos de izquierda y organizaciones de la sociedad civil francesa.

En un principio prevista para el sábado, el Ministerio del Interior solicitó reprogramar la marcha, que promete ser masiva tanto en París como en otras ciudades, para "poder asegurar todas las medidas de seguridad necesaria".

La manifestación, que unirá las plaza de la República y de la Nación, contará con la presencia de todos los partidos político, menos el ultraderechista FN de Le Pen, quien reclamó ser invitada.

Por su parte, el Consejo Francés del Culto Musulmán (CFCM), órgano de representación ante el Estado de las organizaciones de credo islámico) pidió a sus fieles que acudan "masivamente" a la manifestación del domingo.

A media mañana, el primer ministro francés, Manuel Valls, sin dar mayores detalles, dijo que los dos principales sospechosos a los que se está buscando eran conocidos y habían sido vigiliados por la inteligencia francesa.

Entre los que se encuentran bajo arresto, se encuentra el que se presentó como el posible tercer hombre del atentado, Mourad Hamy, un joven de 18 años, cuñado de los hermanos Kouachi, que al saberse buscado se entregó anoche en una comisaría de Charleville Mézières, en el noreste de París.

Mientras las fotografías de los hermanos Kouachi circulaban en continuado en los medios de comunicación, la policía francesa reclamó "contención" a la prensa y la población, para "no propagar rumores o informaciones sin confirmar que puedan entorpecer la investigación".

Entretanto, desde ayer por la noche el lugar del atentado, cerca de la plaza de la Bastilla, se convirtió en un centro de peregrinaje improvisado para miles de parisinos y turistas, quienes se acercaron para colocar flores, centenares de velas, caricaturas y textos para recordar a los dibujantes, periodistas y policías muertos.

El director de redacción de Charlie Hebdo, que en el ataque perdió a cuatro dibujantes y periodistas considerados verdaderas leyendas en Francia, anunció hoy que el miércoles próximo la publicación saldrá a la venta con un numero excepcional y una tirada de un millón de ejemplares.

También hoy, en una emisión de su radio por Internet, el Estado Islámico calificó de "combatientes heroicos" a los autores del ataque, aunque no llegó a reivindicarlo en nombre del grupo.