Hempstead, EE.UU.- En el segundo debate presidencial, los dos candidatos para ocupar la Casa Blanca, Barack Obama y Mitt Romney, respondieron anoche las preguntas de 80 estudiantes universitarios que se encuentran indecisos sobre su decisión frente a los comicios que tendrán lugar el próximo 6 de noviembre.

En un encuentro más descontracturado que el primero, los candidatos intercambiaron ataques, se interrumpen mutuamente, y se acusan uno al otro de mentir. Los cruces se intensificaron durante la discusión sobre la creación de empleo y la política energética, 11 días después de un primer debate que no se destacó por su brillo.

"El gobernador Romney dice que tiene un programa con cinco puntos, pero no tiene un programa de cinco puntos, su programa se resume en uno: asegurarse de que los más ricos puedan jugar con reglas diferentes", sentenció el mandatario. "Esa fue su filosofía en el sector privado, esa fue su filosofía como gobernador y esa ha sido su filosofía como candidato presidencial", agregó.

Al comenzar el debate, su contrincante consideró "inaceptable" el nivel de desempleo en EE.UU., se comprometió a apostar por mejorar las condiciones financieras para los estudiantes y prometió que crearía empleo, después de criticar la gestión de Obama y asegurar que "la clase media ha sido aplastada durante los últimos cuatro años". "Es inaceptable que la mitad de los estudiantes que se graduan hoy no encuentren un trabajo", dijo Romney en respuesta a la pregunta de Jeremy Epstein, de 21 años.

En el segundo encuentro, la periodista de CNN Candy Crowley oficia de moderadora. Los votantes están sentados en un semicírculo. Obama y Romney tienen dos butacas a su disposición y un amplio espacio en el medio, donde se mueven e interactúan con los ciudadanos, que realizan preguntas sobre temas de política nacional y exterior.

Mientras que Obama se encuentra bajo presión tras su floja actuación en el primer debate, que tuvo lugar de hace dos semanas en Denver, Romney intenta igualar su buena actuación.

El cara a cara empezó a las 21 (hora local), en la Universidad Hofstra de Hempstead, a 40 km de Nueva York. Poco antes, un grupo de periodistas preguntó a Obama sobre cómo se sentía ante el segundo debate con Romney después de haber perdido el primero.

"Me siento fenomenal. Miren este hermoso día", respondió en el complejo hotelero de Williamsburg (Virginia) donde se recluyó con su equipo de asesores durante tres días para preparar el debate.

Otro periodista le dijo si sabía que su esposa, Michelle Obama, ya ha votado por correo por él, a lo que el presidente contestó bromeando: "íMenos mal!".