Las autoridades policiales en Francia identificaron a tres hombres sospechosos de participar en un ataque terrorista contra las oficinas del semanario Charlie Hebdo en París, que dejó 12 muertos y conmocionó a la nación.

Dos oficiales identificaron a los sospechosos como Said Kuachi y Cherif Kuachi, ambos franceses de entre 30 y 40 años, y Hamyd Murad, de 18 años, cuya nacionalidad no se sabe por el momento.

Uno de los oficiales dijo que los individuos están vinculados con una organización terrorista yemení. Un testigo del tiroteo en las oficinas del semanario Charlie Hebdo dijo que uno de los atacantes declaró: "Pueden decir a la prensa que es Al Qaeda en Yemen". Los funcionarios hablaron con la condición del anonimato por no estar autorizados a hablar públicamente del delicado tema y por la investigación que está en marcha.

Cherif Kuachi fue condenado en 2008 de cargos de terrorismo por ayudar a los insurgentes en Irak y sentenciado a 18 meses de cárcel. No se han confirmado arrestos en la búsqueda de los atacantes. Se trató del atentado más letal en Francia en medio siglo.
Durante su juicio, Kuachi declaró ante el tribunal que creía en la idea de de pelear contra la coalición encabezada por Estados Unidos en Irak. Agregó que fue alentado por las indignantes imágenes de tortura a prisioneros iraquíes en la cárcel estadounidense de Abu Ghraib, en Bagdad.

Hombres enmascarados irrumpieron el miércoles en las oficinas del semanario francés al grito de "Allahu akbar" (Alá es grande), y mataron metódicamente a 12 personas antes de huir.

El presidente Francois Hollande describió el ataque contra el semanario, cuyas caricaturas del profeta Mahoma han recibido frecuentes condenas de musulmanes, como un "atentado terrorista, sin duda" y dijo que "en las últimas semanas'' se habían frustrado otros atentados. En principio nadie se ha adjudicado la autoría del ataque.

Vestidos de negro con pasamontañas, fusiles automáticos y hablando en francés impecable, los atacantes obligaron a una caricaturista del semanario Charlie Hebdo -que estaba en la entrada con su hija pequeña- a abrir la puerta.

El personal estaba en una reunión editorial y los atacantes apuntaron directamente al director del diario, Stephane Charbonnier -conocido por su seudónimo Charb-, a quien mataron junto con su guardaespaldas policial, dijo Christophe Crepin, portavoz del sindicato policial. Minutos después, dos hombres se dirigieron con tranquilidad a un auto negro que los esperaba abajo y le dispararon a un agente de policía. Uno de ellos le disparó a la cabeza cuando se retorcía en el suelo. Diez periodistas y dos agentes murieron, dijo Crepin. Uno de ellos era el guardaespaldas de Charb y el otro llegó luego en bicicleta.

"íOigan! íVengamos al profeta Mahoma! Matamos a Charlie Hebdo'', gritó uno de los hombres, captado por un video desde un edificio cercano que fue transmitido por la televisión francesa. Otras imágenes mostraron a dos agresores vestidos de negro en un cruce de calles que parecían disparar en la acera. Entre los disparos se escuchó el grito de "Allahu akbar".

Los terroristas abandonaron el auto en la Porte de Patin, en el norte de París, y huyeron, dijo la policía. Corinne Rey, la caricaturista obligada a abrirles la puerta, dijo que los hombres hablaban francés bien y decían ser de Al-Qaeda. En entrevista con el diario l'Humanité, dijo que los hechos se extendieron por unos cinco minutos.

Francia elevó su nivel de alerta al máximo y reforzó la seguridad en casas de oración, tiendas, oficinas de medios de comunicación y medios de transporte. Los más altos cargos del gobierno realizaban una reunión de emergencia.

Las escuelas de la capital suspendieron las clases. Miles de personas se congregaron en la Plaza de la República, cerca de donde ocurrió el ataque, para honrar a las víctimas levantando bolígrafos en alto y sosteniendo carteles que decían "Je suis Charlie" (Yo soy Charlie).