Como es habitual, el último miércoles del mes de agosto se celebra en esta localidad valenciana una de las fiestas más conocidas y que reciben más visitantes en el país, “La Tomatina” de Buñol.

El festejo, que se estima dejará beneficios económicos en torno a los 300 mil euros, recibió a miles de personas que se enzarzaron en una “guerra” de tomates por las principales calles de la localidad.

Esta fiesta tiene su origen en 1945, cuando un grupo de jóvenes asistió a una marcha de “gigantes y cabezudos” en el pueblo y uno de ellos, por la euforia festival, cayó al suelo.

Debido al enfado, y con un puesto de verduras próximo, se lió a tomatazos con todo las personas de su alrededor. Así nació “La Tomatina”.

Al siguiente año, tras el altercado, y debido a la dimensión que suscitó la guerra de tomates del curso anterior, se repitió el enfrentamiento. En este caso, de carácter lúdico.

Aunque la fiesta adquiriera gran expectación los años posteriores, no fue legalizada hasta finales de los años 1950.

Fue en 1980 cuando el ayuntamiento comenzó a suministrar los tomates a los participantes y desde agosto de 2002 el evento es declarado Fiesta Turístico Internacional por la Secretaría General de Turismo.

“La Tomatina” es una fiesta donde sobretodo los jóvenes “disfrutan” lanzándose tomates pero el ayuntamiento de Buñol, por medio de su página “web” hace algunas advertencias.

El consistorio afirma que para pasárselo bien hay que llevar ropa vieja y clara para combatir el calor y pantalones cortos, zapatos y zapatillas cómodas que te protejan bien los pies.