Un informe de inteligencia de Estados Unidos indicó que a principios de febrero, funcionarios chinos se reunieron con altos funcionarios rusos para solicitarles que esperaran hasta que terminaran los Juegos Olímpicos de Beijing antes de comenzar una invasión a Ucrania,  según una investigación estadounidense.

Los funcionarios estadounidenses consideran que el informe es creíble en términos generales, pero sus detalles están abiertos a interpretación, según una fuente familiarizada con la inteligencia. Aunque la solicitud se hizo en la época en que el presidente ruso, Vladimir Putin, visitó Beijing para la ceremonia de apertura de los Juegos Olímpicos, donde se reunió con el presidente chino, Xi Jinping, no queda claro en el informe si Putin abordó el asunto directamente con Xi. dijo la fuente.

Funcionarios de inteligencia occidentales observaron con cautela la acumulación de Putin en la frontera con Ucrania en ese momento y habían anticipado que Putin podría retrasar cualquier acción militar hasta después de los Juegos Olímpicos para evitar enojar a China.

 Después de la reunión de Putin y Xi al margen de los juegos, Moscú y Beijing emitieron una declaración conjunta en la que declararon que su asociación "no tenía límites" y condenaron la expansión de la OTAN, un pilar clave de la justificación de Putin para atacar a Ucrania. Esa declaración ha elevado las preocupaciones occidentales sobre una alianza floreciente entre China y Rusia.

Liu Pengyu, portavoz de la embajada china en Washington, dijo: "Las afirmaciones mencionadas en los informes relevantes son especulaciones sin ningún fundamento y tienen la intención de culpar y difamar a China".

En la investigación también se destacá que funcionarios estadounidenses habían pedido a China ayuda para frenar la guerra en Ucrania compartiendo información de inteligencia sobre la acumulación de tropas de Rusia, pero que sus pares chinos rechazaron esa información, incluso se la trasladaron a Moscú. Han sido varios medios, tanto desde Washigton como Pekín, los que han asegurado que los asesores que escucha Xi Jinping desestimaron los riesgos de una invasión porque no creyeron que Putin comenzaría una guerra.

"China probablemente no pudo predecir la guerra. Incluso muchos altos funcionarios rusos de inteligencia y militares, así como muchos de los principales expertos rusos, no la vieron venir. Dada la profunda desconfianza hacia EEUU, China probablemente descartó la información compartida por Washington", sostiene Tong Zhao, miembro del Programa de Política Nuclear del think tank Fondo Carnegie para la Paz Internacional.

Pekín se encuentra en una posición complicada, atrapada entre Rusia y Occidente. En ningún momento ha mostrado su apoyo directo a Rusia, pero tampoco ha condenado el ataque ni hablado de invasión. Está tratando de equilibrar los esfuerzos de su creciente alianza con Putin y sus vínculos históricos con Ucrania. Aunque, mientras se pone de perfil, ya se ha abstenido dos veces de votar la resolución del Consejo de Seguridad de la ONU que exige que Rusia detenga su ataque contra Ucrania.