En plena guerra entre Rusia y Ucrania, China realizó una maniobra poco amigable en Europa. Serbia, aliado de Putin, recibió una entrega secreta de armas antiaéreas del gigante asiático en una clara muestra de la fuerza militar de Beijing en Europa.

A los países occidentales les preocupa que la acumulación militar del estado de los Balcanes llegue en un momento frágil para la paz en Europa. Belgrado ha aumentado su arsenal en los últimos años con la ayuda de Rusia y China.