Este jueves, el líder del Kremlin, Vladimir Putin, se reunió con Xi Jinping, presidente de China, en la cumbre de seguridad de la Organización de Cooperación de Shanghái (OCS). Jinping le ofreció “apoyo mutuo” a su “viejo amigo”, así como la ayuda que necesite para "infundir estabilidad y energía positiva en un mundo de caos".

En su primer encuentro cara a cara con China desde que inició el conflicto con Ucrania, Putin resaltó el enfoque “equilibrado” de Beijing sobre su “operación militar especial” contra Kiev. De igual manera, continuó afirmando que el "tándem Moscú-Beijing" desempeñó "un papel clave" para garantizar la estabilidad global y regional.

"Valoramos mucho la posición equilibrada de nuestros amigos chinos en lo que respecta a la crisis de Ucrania. Entendemos sus preguntas y preocupaciones al respecto. Durante la reunión de hoy, por supuesto, explicaremos nuestra posición", afirmó el líder del Kremlin en sus declaraciones de apertura en la cumbre de la OCS, que se desarrolla en Samarcanda, capital de Uzbekistán.

En respuesta, Jinping aseguró que China está "dispuesta a trabajar con Rusia para demostrar la responsabilidad de las grandes potencias". Ambos países que encabezan la OCS, y actúan como una fuerza opositora a la influencia occidental en el mundo.

De igual manera, Putin habló respecto a las acciones militares chinas alrededor de Taiwán, isla independiente que Beijing reclama como propia. “Tenemos la intención de adherirnos firmemente al principio de 'Una China'”, aseguró el líder del Kremlin. 

Asimismo, condenó "las provocaciones de Estados Unidos y sus satélites en el Estrecho de Taiwán”, en una referencia a los buques de guerra de la Marina de EE. UU. que navegaron por aguas internacionales en el Estrecho de la isla el pasado 27 de agosto. 

Putin sostuvo a lo largo de su discurso, refiriéndose al gobierno de los Estados Unidos, que “los intentos de crear un mundo unipolar han adquirido recientemente una forma absolutamente fea y son completamente inaceptables".