La escasa concurrencia a votar de ayer, ratificando la grave tendencia de la primera vuelta del 17 de noviembre pasado, llevó a que cuando promediaba la jornada y nada estaba dicho sobre el real porcentaje de ausentismo, desde todos los sectores del arco político chileno varios dirigentes plantearan la conveniencia de volver al antiguo régimen de sufragio obligatorio. Cuando se acercaba la hora de cierre de las mesas, muchos alcaldes de zonas ricas y áreas populares, por igual, se sumaron al ruego para que sus vecinos fueran a votar y también hablaron del retorno al sistema histórico.

La inscripción automática en los registros electorales y el voto voluntario están vigentes en Chile desde 2012 y se aplicó por primera vez en los comicios municipales realizados hace un año y, luego, en la primera vuelta presidencial. El vaticinio de analistas y encuestadores –que desde hace dos semanas aseguraban que la participación de la segunda ronda sería menor que en la primera– se cumplió. El 17 de noviembre no llegó al 50% el índice de participación, entre un 25 y un 30% menos que en todas las votaciones de la post dictadura. Ayer un millón de chilenos menos fueron a votar, para un padrón total de 13 millones

El ex presidente socialista Ricardo Lagos, quien antes defendía el voto voluntario, fue el primero en reconocer que ahora abogaba a favor del sufragio obligatorio. "El voto es un derecho pero también, en el fondo, es una obligación", dijo al encontrarse en un enorme espacio donde sólo estaban él, otros tres votantes, fotógrafos y camarógrafos y las autoridades de mesa. "Lo pensé, lo medité y me di cuenta de que estaba en un error, y creo que eso está demostrado", agregó mientras observaba el desolado salón en el que acababa de votar.

Algo similar opinó Camila Vallejo, ex dirigente estudiantil y diputada electa por el Partido Comunista. "Es normal que haya venido poca gente, soy partidaria de la inscripción automática, el voto obligatorio y la 'desinscripción' voluntaria. La abstención es una realidad que no es particular de este año y no se va a resolver en un año y merece abordarse (...) es una cuestión bastante estructural, que tiene que ver con la falta de educación cívica", agregó. El presidente de la Democracia Cristiana, Ignacio Walker, dijo que "estaba visto" que en la jornada iban a votar menos ciudadanos que en la primera ronda.