Al menos 200.000 rusos abandonaron el país tras la orden de movilización del presidente Vladimir Putin en un éxodo que está causando disturbios en las fronteras y generando temores en los estados vecinos sobre una posible inestabilidad.

Si bien Rusia no ha publicado datos oficiales, las estadísticas de Georgia, Kazajstán y la Unión Europea mostraron la escala de las salidas. Es probable que el total sea una subestimación, ya que otros países cercanos populares entre los rusos, incluidos Armenia, Azerbaiyán y Turquía, no han revelado las cifras de llegadas.