Al menos nueve palestinos murieron en la ciudad de Rafah, en el sur de Gaza, en unbombardeo de una escuela de la ONU para los refugiados palestinos (UNRWA), informaron fuentes médicas de la Franja que responsabilizaron a Israel del ataque.

Ashraf Al Qidra, portavoz del Ministerio de Sanidad en Gaza, dijo que aviones de guerra israelíes atacaron el complejo y que decenas de personas que se encontraban en el inmueble han resultado también heridas. Por su parte, portavoces del Ejército israelí dijeron a Efe no tener aún información del suceso y que éste está siendo investigado mientras que la UNRWA aún no se ha pronunciado.

Como otros centros de esta organización en la Franja desde que comenzó la ofensiva "Margen Protector", la escuela se había convertido estas últimas semanas en centro de acogida para miles de palestinos que se han quedado sin hogar o que han abandonado su casas por temor a los bombardeos israelíes. La escuela en cuestión albergaba a unas 3.000 personas, lo que explica el alto número de víctimas.

Desde ayer, el Ejército israelí sigue replegando fuerzas terrestres en la franja de Gaza parasituarlas en zonas de menor fricción y en las que sus soldados estén menos expuestos a los ataques de las milicias palestinas.

El repliegue, que comenzó con la salida de los centros urbanos en el norte de la Franja, continúa a pesar de que oficialmente la ofensiva "Margen protector" no ha terminado y a que Israel aún no ha decidido qué hacer a corto plazo.

Fuentes militares confirmaron hoy a Efe que en las últimas horas las brigadas de infantería se están retirando del este de Gaza a posiciones cerca de la frontera, aunque sin salir de la Franja. "Estamos volviendo a zonas menos expuestas, pero seguimos en posición de combate para cualquier circunstancia", dijeron las fuentes que pidieron el anonimato.

Durante las últimas dos semanas y media el Ejército israelí tomó zonas urbanas en Bet Lahíe, Yabalia, Rafah y otras zonas del este de Gaza capital, entre ellas el devastado barrio de Shayahíe, en las que murieron medio centenar de militares de un total de 64 fallecidos en lo que va de operación.

El sábado, el primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, anunció que estaba por completarse la misión para la cual había ordenado la entrada de fuerzas terrestres, la destrucción de túneles, por lo que el Ejército se reorganizaba en lo que calificó de "zonas más cómodas" que responden a "los intereses de seguridad" de Israel. "Hemos destruido casi todos los túneles y mientras no nos den otro objetivo militar no hay razón para estar en las profundidades de la Franja", agregaron en ese sentido las fuentes militares consultadas por Efe.

La ofensiva israelí, en la que han muerto en veintisiete días más de 1.700 palestinos, seguirá ahora "de forma puntual", es decir, con pequeñas incursiones si se descubren nuevos túneles o amenazas, según las fuentes. También seguirá la ofensiva aérea hasta que se esclarezca la situación y si tienen éxito las gestiones de El Cairo para concertar un alto el fuego, al que, en principio, Israel no se sumará oficialmente.

La nueva política israelí, que busca no legitimar a Hamas en la comunidad internacional como parte de un acuerdo, responderá al principio de "calma por calma".

Dos portavoces de ese movimiento islamista palestino dijeron el sábado que los hombres de su brazo armado no se verán "comprometidos" a ninguna calma si Israel "cambia la ecuación" para resolver el conflicto.