La salud mental de presidente de los Estados Unidos es un tema de debate hace tiempo. Después de caer dos veces en la escalerilla de un avión, confundirse los nombres de los caídos en Afganistán frente a sus familiares, la siesta que se pegó durante la Cumbre del Clima  y otros varios "estados confusionales", todo el mundo se pregunta si está en condiciones de ejercer el mando.

El 1 de marzo pasado, en un acto en Texas, Joe Biden interrumpió un discurso y manifestó no sabía que estaba haciendo allí, frente a la absorta concurrencia.

Biden aparentemente desorientado en Texas: "¿Qué estoy haciendo aquí?"

Ahora, el totalmente confuso presidente norteamericano terminó un discurso, le extendió la mano a alguien que no estaba ahí, o al menos que el resto de los mortales no podia ver, luego salió caminando sin rumbro fijo y sin saber, aparentemente, hacia donde dirigirse.

El "líder del mundo libre", que encabeza las sanciones a Rusia en medio de lo que podría transformarse en la tercera guerra mundial, dejá severas dudas sobre su salud mental.