Joe Biden nominó a la jueza Ketanji Brown Jackson a la Corte Suprema, buscando que una mujer negra al Tribunal más alta de la nación por primera vez en sus 232 años de historia.

La decisión de Biden de nominar a Jackson para suceder al juez Stephen Breyer, de quien fue secretaria letrada, enfrentará una feroz batalla de confirmación en el Senado profundamente partidista y dividido en partes iguales. Breyer, de 83 años, el jurista de mayor rango en el ala liberal de tres miembros de la corte, se jubilará al final de la sesión actual de la corte este verano.

Hablando desde el Cross Hall de la Casa Blanca, el presidente presentó a Jackson, de 51 años, a la nación como “la hija de ex maestros de escuelas públicas” y una “constructora de consenso comprobada” que ha mostrado “una comprensión pragmática de que la la ley debe funcionar para el pueblo estadounidense”.

El presidente norteamericano dijo al respecto que: “Durante demasiado tiempo, nuestro gobierno, nuestros tribunales, no se han parecido a Estados Unidos”, aseguró Biden, flanqueado por Jackson y la vicepresidenta Kamala Harris, la primera mujer negra y asiático-estadounidense en ocupar el cargo de vicepresidenta.