Impedir la compra de petróleo ruso, terminó siendo un boomerang para el presidente norteamericano Joe Biden, que disparó la inflación dentro de su propio país y debió salir a buscar crudo a otras naciones, cediendo en materia de derechos humanos.

A pesar de toda la cuidadosa coreografía de la gira por Medio Oriente, la Casa Blanca cometió un gran error de cálculo cuando el presidente finalmente se encontró cara a cara con el príncipe heredero de Arabia Saudita, Mohammed bin Salman, por primera vez.