El compromiso, parte de una "Declaración de Jerusalén" que corona la primera visita de Biden a Israel como presidente. Luego, declaró en un canal de televisión local de estar abierto al uso de la fuerza como "último recurso" contra Irán, un movimiento aparente para acomodar los llamados de Israel a un "amenaza militar creíble" por parte de las potencias mundiales.