Ocho personas resultaron heridas hoy por la explosión de una bomba en una estación de subte en Santiago y las autoridades chilenas aseguraron que se trató de un "atentado terrorista", pese a que varias horas después ningún grupo se había adjudicado el hecho.

El incidente se produjo poco después de las 14, cuando estalló un extintor de incendios cargado con pólvora negra que estaba dentro de un cesto de residuos en un local de comida rápida ubicado en un centro comercial vinculado con la estación Escuela Militar del subte, en el barrio Las Condes.

"Condenamos enérgicamente este atentado terrorista; este hecho gravísimo necesita y requiere que el país actúe con fuerza y que tenga las máximas sanciones posibles", afirmó el ministro del Interior, Rodrigo Peñailillo.

"Vamos a invocar la Ley Antiterrorista y vamos a disponer de todos los recursos necesarios para que este hecho tan condenable, lamentable, tenga a los responsables en el lugar que corresponde, que es tras las rejas en la cárcel", agregó.

Peñalillo anunció además que la presidenta Michelle Bachelet había suspendido las actividades programadas y convocado para esta noche al Consejo Operativo de Seguridad, y tenía previsto visitar a los heridos.

Un ciudadano argentino, identificado como Jorge Luis Arias Riera, es uno de los ocho heridos que dejó este lunes un atentado explosivo en un local comercial de una estación de subte en Santiago, Chile, afirmó el intendente de la Región Metropolitana, Claudio Orrego.
 
Tres mujeres -una de 67 años, otra de 61 y la tercera sin identificar- estaban graves pero sin riesgo de muerte, luego de que dos de ellas fueran reanimadas, informó Max Ekdhal, traumatólogo de guardia de la clínica Las Condes.

"Una de ellas ingresó con una fractura expuesta de la pierna derecha y con una lesión de partes blandas y una herida en la pierna izquierda", y otra "con una amputación de la parte distal y con fracturas múltiples de las falanges y del metacarpiano de la misma mano", detalló el médico.

En tanto, en el hospital Salvador, un ciudadano venezolano de 35 años -que en un primer momento fue señalado por error como argentino- fue internado con fractura expuesta de una pierna, reportó el jefe de urgencias de ese centro sanitario, Horacio Díaz.

El subsecretario del Interior, Mahmud Aleuy, confirmó que la Policía de Investigaciones y Carabineros estaban "trabajando" en la pista de dos jóvenes que, según testigos, dejaron un bolso en el lugar donde se produjo la explosión y se alejaron rápidamente en un automóvil Chevrolet Corsa blanco.

Aleuy reconoció que cuando se produce un atentado como el de hoy, "el impacto es nacional y mundial", pero subrayó que "si se hace un análisis comparativo de lo que pasa en el mundo, Chile sigue siendo un país seguro".

El fiscal Francisco Bravo detalló que el artefacto que detonó esta tarde estaba compuesto por un extintor, pólvora negra y un temporizador, y fue un dispositivo "muy similar" al que estalló el 13 de julio pasado en un vagón de subte en la estación Los Dominicos.

Bravo destacó también el hecho de que varias horas después del atentado, éste no hubiera sido reivindicado por ningún grupo.
De todos modos, la prensa local reparó en que el ataque se produjo una hora después de que se conociera el fallo de la Corte Suprema que ratificó las condenas a tres miembros del grupo guerrillero Movimiento Juvenil Lautaro declarados culpables del asesinato de un cabo de Carabineros y el asalto a un banco.

El bloque de diputados de la Democracia Cristiana -integrante de la coalición gobernante- opinó que tras el atentado de hoy "no se necesita mano dura, se necesitan manos inteligentes", y reclamó "una nueva ANI" (Agencia Nacional de Inteligencia), "modificaciones a la Ley Antiterrorista" y "una fuerte tarea del Ministerio del Interior".

En la oposición, el ex ministro del Interior Andrés Chadwick coincidió con el gobierno en que la de hoy fue "una acción de carácter terrorista" y llamó a "estar todos unidos para combatir el terrorismo" con "todo el rigor de la ley".