"Se hará y será legal", subrayó Mas en conferencia de prensa desde el Palacio de la Generalitat, sede del gobierno regional en Barcelona, donde hizo un balance de los primeros siete meses del año y habló de los pasos que seguirá respecto a la consulta soberanista.

"Todo está preparado y ya hemos hecho todos los deberes. Estamos preparados para culminar esta fase con la votación del 9 de noviembre", remarcó Mas, quien la semana pasada se reunió con Rajoy en La Moncloa tras un año de tensión a raíz del conflicto separatista.

Aquel encuentro confirmó que las posturas de ambos son inamovibles y que no existen planes alternativos a la consulta soberanista. No obstante, tanto Mas como Rajoy quisieron enviar un mensaje de que el diálogo está abierto.

Según Mas, la consulta será posible gracias a "una ley catalana"-que tiene previsto aprobar el Parlamento regional tras el receso estival- y  por lo tanto, "será legal", insistió.

Y "si ellos entorpecen esta norma convertirán el referéndum en ilegal", subrayó Mas, advirtiendo a Rajoy que será su Ejecutivo el responsable de que no se cumpla las leyes.

"Este plan, que es votar, debe llevarse a cabo bajo tres parámetros: la democracia, las leyes y el diálogo", manifestó el líder catalán.

Mas admitió que el proceso "no está siendo fácil", pero era algo que se sabía cuando se inició el camino.

Hace casi dos años, tras una multitudinaria manifestación a favor de un Estado catalán que tuvo lugar en Barcelona, Mas abandonó su nacionalismo moderado y abrazó la bandera del independentismo, imprimiendo un giro no poco traumático en su partido Convergencia i Unió (CiU).

Entonces, su "padrino político" y ex presidente catalán, Jordi Pujol, quien recientemente confesó haber cometido un fraude fiscal durante décadas, avaló la decisión de Mas. 

Las sospechas de corrupción que recaen sobre Pujol y que ya están siendo investigadas, han supuesto un duro golpe para el presidente catalán y su partido, con consecuencias impredecibles. Lo que está claro, es que sin CiU el histórico reclamo soberanista que durante décadas defendió el partido Esquerra Republicana de Catalunya (ERC) no tendría vocación mayoritaria.

En ese sentido, Mas reconoció que "no sabe" de qué manera afectará el "caso Pujol" al proceso soberanista, aunque pidió a los catalanes "fortaleza psicológica y carácter" para hacer frente a las "pruebas, por duras que sean".

Y a la hora de hacer balance sobre la crisis económica, que ha sido caldo de cultivo de la explosión independentista de los últimos años en Cataluña, Mas sacó pecho diciendo que en la norteña región "las cosas se hacen mejor" que en España.

"Conviene recordar que la recuperación económica se hace desde Cataluña ya que lidera la creación de empleo, las exportaciones, el turismo y lo que es el trabajo en la investigación científica", dijo. "La recuperación económica tiene acento catalán", apuntó.