Milicianos paramilitares con pasamontañas y uniformes levantaron una serie de barricadas y declararon una “huelga armada”, incendiaron vehículos, obligaron a cerrar negocios y detuvieron todo el tráfico.

“No hay absolutamente nadie, porque cualquier vehículo que encuentran en las carreteras lo prenden fuego”, dijo una fuente a The Guardian, usando un nombre falso para evitar represalias. “Es terror total”.