"Yo creo que estoy hablando demasiado", declaró el ex policía José Manuel Villarejo en su segunda comparecencia en la comisión de investigación del Congreso por la trama Kitchen. Esa reflexión vino después de afirmar que: "Al rey emérito le inyectaron hormonas, inhibidores de testosterona, porque se consideraba un problema de Estado que fuera tan ardiente". 

Villarejo ya había hablado de este asunto anteriormente, porque Corinna Larsen, antigua amante de Juan Carlos I, fue quien se lo contó. Se llamó "Operación Farinelli".

El comisario jubilado y encausado en una treintena de causas por sus negocios al margen de la Policía, usando medios públicos, lo ha explicado cuando se ha referido al "Informe Jano". Este expediente recoge episodios de distintas personalidades y según ha explicado está dividido "en pequeñas fichas". 

El episodio de las hormonas, según él, existió, y lo hizo en un momento en que había preocupación por los "líos de faldas" del monarca abdicado. 

La comisión tiene como fin develar el supuesto entramado gestado en el Ministerio del Interior de Mariano Rajoy para robar documentos, sin embargo, los diputados -con el beneplácito de Villarejo- se han centrado en otros asuntos. Desde el GAL, a la Operación Cataluña, o a este famoso informe secreto de nombre Jano. 

De todos modos Villarejo criticó la supuesta inyección de hormonas femeninas al rey emérito. “Lo que no se puede es envenenar a un señor con hormonas femeninas o con ataques a su libido porque es un problema de Estado”, señaló el ex policía.