Un tribunal japonés dictaminó que un niño nacido después de que una mujer transgénero pasó por su transición quirúrgica y legal no debe ser reconocido legalmente como su hijo, según los medios locales.

Japón requiere que cualquier persona que quiera cambiar legalmente su género se someta a una cirugía para extirpar los órganos sexuales con los que nació, una práctica duramente criticada por grupos de derechos humanos.