“Las noticias no son alentadores y dan mucha angustia; puede ser el hijo de uno. No me gustaría estar en el lugar de esos padres”, enfatizó Santiago Baabdaty, un argentino que vive en Connecticut, padre de Austin, un chico que asiste al colegio en el que ocurrió la tragedia.

“Es una escuela pública”, señaló el hombre, quien vive a tres kilómetros de la institución educativa.

“Connecticut es uno de los mejores distritos escolares de la nación estadounidense y además era muy tranquilo”, sostuvo.

“La policía les dijo que cerraran los ojos y se tomaran de las manos”, enfatizó el papá de Austin.