Los comensales en Japón pronto podrán saborear el umami de un tazón de ramen o sopa de miso sin tener que preocuparse por su consumo de sal.

En lo que afirman es una primicia mundial, los investigadores han desarrollado palillos que crean artificialmente el sabor de la sal, como parte de los esfuerzos para reducir los niveles de sodio en algunos de los platos más populares del país.