Rafael Correa lanzó en Ecuador una campaña denominada ‘Las manos sucias de Chevron’, vinculada a las trágicas consecuencias ambientales que dejó la compañía norteamericana durante su exploración en ese país.

“Ellos tal vez no operaron en Ecuador pero compraron una compañía que ya tenía un problema legal en este país”, destacó el abogado Julio Prieto, quien representa a los afectados por el caso.

“Chevron escatimó medidas de seguridad y prevención que sí utilizaba en Estados Unidos”, recordó el letrado.

“Ellos tenían tecnología para reinsertar las aguas de perforación pero no lo hicieron por razones económicas, decidieron jugar con la vida de los ecuatorianos y envenenarlos”, dijo Prieto.