Max Verstappen ganó el Sprint de Austin con la fusta abajo del brazo.
En contraste, Norris alternó una largada excelente (de cuarto a segundo) con un ritmo lento en el inicio (lo pasó Russell) y en el final (cometió un error en la última vuelta y Sainz Jr terminó segundo). El británico de McLaren volvió a fallar bajo presión, y sigue siendo el mejor compañero de equipo de Max.
Pese a todo, la amarga idea (así como está planteada) del Sprint poco a poco se va haciendo costumbre (para público y pilotos), y se vieron luchas interesantes del segundo puesto para atrás, con la gran largada de Lando y un Russell que luego lo acosó durante la primera parte del Sprint para ponerse segundo (y derrumbarse en la última parte, pasado por Norris y las dos Ferrari, y acosado en el final por Hamilton.
Colapinto tuvo una correctísima carrera. El Williams en tandas largas da mucho menos que a una vuelta, pero puede dar pelea en el pelotón del medio, y a eso se dedicó Franco: luchó tenaz pero razonablemente con autos más rápidos que el suyo (como los de Piastri y Checo) y terminó décimo segundo.
Mensajes para el domingo: Max sigue sacando aceite de la piedra que le toca manejar en los últimos meses; Ferrari está rápida en cualquier condición; Mercedes sólo va rápido si la pista está fría; McLaren no está en su mejor fin de semana, pero sigue ahí, a la par de los mejores, y a igualdad de máquinas, definen los pilotos (malas noticias para Lando, que la tiene que yugar con Max).
Una clave para entender el domingo: casi imposible pensar en una Carrera de una parada sola mañana, pero los Medios no duraron 100 kilómetros en todos los casos. Los equipos deberán apelar a un juego de Duros nuevo y otro usado, o mimar mucho los neumáticos de banda amarilla.
Esta tarde, a las 19, se disputa la Clasificación del Gran Premio de las Américas, y mañana desde las 8 Continental te ofrece, con el equipo Campeones, una megatransmisión con el TC en San Nicolás (se define la Copa de Oro) y la F1 en Austin, Texas.
