Los rumores eran precisos: Selena Gomez, de 21 años, estuvo secretamente internada durante dos semanas de enero en un centro de rehabilitación en Arizona. Muy pronto comenzaron las especulaciones, y fue el propio representante de la ex chica Disney el que tuvo que salir a aclarar los tantos.

"Selena pasó unos días en forma voluntaria en Meadows pero no por abuso de sustancias", explicó el manager a la revista People . Lo cierto es que esta clínica está orientada a jóvenes de entre 18 y 28 años que "luchan con traumas emocionales, depresión o adicciones al alcohol u otras drogas", por lo que claramente la chica no está pasando por un buen momento.

Ya en diciembre muchos se sorprendieron cuando Selena anunció la suspensión del tramo australiano de su tour Stars Dance. "Se volvió claro para mí y para los que están cerca mío que, luego de poner durante muchos años mi trabajo en primer lugar, necesito pasar algún tiempo concentrada en mí misma para poder ser la mejor persona que pueda ser", escribió la estrella teen en un comunicado.

Selena mantiene una relación intermitente con otro chico problemático: Justin Bieber. Por eso, son muchos los que relacionan el descontrolado comportamiento del cantante canadiense con el colapso de la adolescente. Según la revista Star , la mini diva habría caído en el último tiempo en el abuso de una droga sintética conocida como "Molly" y otras que se venden bajo receta, como el Xanax y otros sedantes.

"Su amigos y familia estaban muy preocupados por lo que creían que era un problema muy serio. Las fiestas en las que se sumía Selena eran, por momento, salvajes. Querían ayudarla y la alentaron para que asistiera a rehabilitación y buscara ayuda profesional", aseguraron