Bajos instintos es ya un ícono del cine y hoy, se cumplen 30 años de su estreno. La película, un policial muy bien llevado, con alto condimento sexual, cuenta la historia de una escritora sospechosa de un asesinato que habría servido como argumento de su última obra.

Quien investiga el crimen es un policía personificado por Michael Douglas, que termina enredado sexualmente con la sospechosa, al punto de temer ser asesinado por ella misma, pero a su vez, sin poder resistirse a sus encantos.

La escena en que la protagonista es interrogada en el departamento de policía con un sexy vestido blanco y descruza sus piernas en un movimiento lento antes de volver a cruzarlas, dejando su intimidad a la vista de los interrogadores, es una de las mas recordadas de la historia de la cinematografía.

Douglas, sufrió durante varios años posteriores a este film, un adicción incontrolable al sexo que le generó innumerables problemas, dicen que el rodaje de Bajos Instintos, disparó su problemática.