La situación de Romina Urigh, participante de Gran Hermano, es al menos particular: ocupó una banca como diputada nacional por dos años, y estuvo en pareja con el ex intendente de la localidad de Moreno, Walter Festa, con el que tuvo una hija.

Pensar que una persona así parece necesidades económicas en la Argentina es al menos dudoso, pero Romina muestra el paerfil de madre necesitada en el reality desde el inicio. 

Sin embargo, una de las últimas expulsadas de la casa, la correntina Coti, salió a decir que Romina en realidad es “millonaria” y que todo lo que dice dentro es parte de su juego.

Contra esto, apareció un tal Germán García que dice ser sobrino de Romina, a “aclarar las cosas”. En su cuenta de la red Instagram, el ignoto escribió: "Romi no es millonaria, ni tampoco se victimizó de pobre. Cabe recalcar que ella está separada hace más de seis meses, la separación le trajo mucha inestabilidad económica, mucho miedo de afrontar la vida sola pero esta vez con tres nenas. Ella no recibía ayuda económica. Aparte de su trabajo, en sus tiempos libres realizaba trabajos de uñas en la casa que alquilaba. Se había armado un pequeño espacio para trabajar cómodamente. Si tan millonaria es, no hubiese tenido necesidad de realizar eso", explicó. 

El tal García, a quien nadie conoce, siguió adelante con su detalle: "Ella, cuando entró a la casa, estaba muy frustrada y angustiada porque el 1° de diciembre terminaba el contrato y debía dejar la casa, tampoco contaba con el dinero para poder renovar el contrato, durante esos meses estuvo en la búsqueda de una casa que sea segura y pueda costear económicamente. Actualmente, su expareja le alquiló una casa que ni ella sabe de tal situación, por el hecho de estar aislada en Gran Hermano", dijo. 

La democratización de la opinión que brinda Gran Hermano es maravillosa.