Por Laura Caragliano 


Este jueves es la última oportunidad para ver a una Alfonsina Storni que habla por sí sola, que nos cuenta ella misma lo que vivió y sintió a lo largo de cada etapa de su vida.

La cita es en el auditorio Losada y la elección es correcta. Estamos tan cerca del artista que hasta lo podemos sentir respirar. Y a quien no le hubiera gustado estar por unos minutos cerca de tamaño personaje de la Cultura.

La obra de Darío Cortés tiene una escenografía escueta pero es absolutamente innecesaria porque el personaje y los diálogos son tan fuertes que si el fondo es negro, rojo o verde el espectador no tiene tiempo para observarlo.

Para los que no son amantes de la Alfonsina poeta, tienen que ir a verla porque la actriz Viviana Suraniti le imprime tanta fuerza a la interpretación de los versos que ni la apropia Alfonsina creo que le pudo dar.

Mujeres: Esta es una obra para nosotras. Alfonsina Storni es un ejemplo de que la lucha, perseverancia, amor, desilusión y dolor pueden ser parte de una misma y así todo no necesariamente ser una mujer débil y que aunque la historia no tiene un final feliz el camino transcurrido tiene más valor que el resultado final.