Después de 13 años, la princesa del pop ha visto cómo un tribunal, la Corte Superior de Los Ángeles, le dio la razón y este miércoles ha suspendido de manera inmediata a su padre como su tutor legal. 

La decisión de la jueza Brenda Penny supone una victoria para la artista, quien el pasado mes de junio se pronunció por primera vez en contra de su progenitor, aunque la tutela se mantendrá a cargo de un funcionario del estado de California con carácter temporal. Se ha programado una vista el próximo 12 de noviembre con la idea de poner punto y final a la custodia.

"Es un buen día para la Justicia", ha expresado exultante el abogado de la cantante, Mathew Rosengart, a la salida del juzgado, tras una sesión de más de tres horas en la que la jueza Penny ha accedido por primera vez a todas y cada una de las peticiones de Britney.

"Creo que la suspensión de Jamie Spears como tutor es lo mejor para los intereses de la tutelada", ha asegurado la magistrada, que ha calificado al progenitor de "tóxico". Sus palabras han sido escuchadas con la máxima atención por las decenas de periodistas que se encontraban en la sala y por el medio millar de seguidores de la artista que se agolpaban en el exterior del juzgado.

La sesión, que se alargó durante casi tres horas, estuvo protagonizada por un duro intercambio de posturas entre los abogados de Britney y los de su padre. El representante legal de la artista, que fue contratado este verano gracias a una autorización de la jueza, defendió una estrategia por la que quería que el progenitor fuera suspendido para transferir la tutela a un empleado público, John Zabel.

De esta manera, el abogado y el nuevo tutor accederán a toda la documentación pertinente sobre los 13 años de tutela gestionada por el padre y podrán investigar las supuestas ilegalidades que se cree que cometió. Aunque Jamie se opuso drásticamente a este punto y pidió sin éxito el fin inmediato de la tutela, sin mayores gestiones.