Se estrenó “And just like that”, la continuación de Sex and the City, con las mismas protagonistas –salvo Samantha-  veinte años más tarde. Cuando terminó la serie, en los años 2000, tenían 35, en el medio pasaron dos –fallidas- películas que retrataron sus cuarenta y pico  y ahora vuelven con 55. Una secuencia interesante porque las vemos envejecer en tiempo real, como muchas de nosotras, las espectadoras, que también entramos en la madurez.