James Marshall Hendrix nació en Seattle, la ciudad más grande del estado de Washington, el 27 de noviembre de 1942. En medio de una familia de origen afroamericano, recibió el primer instrumento musical de su vida como regalo a los 4 años: una armónica.

A los 15, empezó a tocar la guitarra y antes de los 19 tuvo problemas con la policía: lo cazaron un par de veces manejando un auto robado y le dieron a elegir: o la cárcel o el servicio militar. Aceptó la opción dos y allá por el 61 se unió al ejército de los Estados Unidos, como paracaidista. Una vez superada esa etapa empezó a tocar la guitarra por plata.

En marzo del 64 grabó su primer sencillo “Testify” y al tiempo se unió a la banda de Little Richard, uno de los pioneros del rock and roll que ya estaba en el ocaso de su fama.
Pero como discutían demasiado por las recurrentes llegadas tarde y las excentricidades en el escenario, Hendrix un día fue echado.

Volvió a tocar con una vieja banda que había formado y se ganó la vida participando con su guitarra en discos de varios artistas. 

Pero él buscaba otra cosa: su propio experimento, su idea llevada a la cima. Se mudó a Nueva York buscando ese sonido perdido y formó “Jimmy James and The Blue Flames” (las llamas azules). 

Seguía indagando en el rhythm and blues hasta que llegó la chance de una experiencia fantástica: Inglaterra.

Varios productores fueron tentados para que observaran a ese muchacho que descosía la guitarra hasta que uno se lo llevó a Londres. Allí llegó el 24 de septiembre de 1966 y firmó un contrato. Esa misma noche tocó en un bar y conoció a quién sería su novia los siguientes dos años y medio: Kathy.

Chandler, su productor, empezó a buscar músicos para rodear a Jimmy y se unieron Noel Reading y Mitch Mitchell. Además, Chandler impuso un nuevo cambio: el Jimmy con doble eme y la y griega de su nombre, pasaba a ser escrito con una sola eme y una i latina. Jota i eme i. 
Ya estaba lista una banda que haría historia. La Jimi Hendrix Experience.

En octubre del 66 grabaron sus primeros temas en vivo en el teatro Olimpia de París. El 23 de ese mes apareció el primer sencillo del grupo, llamado Hey Joe.

Jimi Hendrix, una guitarra hecha fuego

La musa de Hendrix era la guitarra, que manipulaba a su antojo y quemaba en los escenarios. Su lienzo era el estudio de grabación, su segundo hogar. Pero la fama de ídolo contracultural se la ganó en el escenario.

Una noche tocó en una sala de Londres llamada “The Bag O’Nails” y entre el público presente se encontraban Lennon, Mac Cartney, Clapton, Jagger. Todos querían ver al guitarrista del que tanto se hablaba.

Intentando llamar aún más la atención alguien de su entorno señaló que si The Who rompía algunos instrumentos al final de los shows, había que hacer algo más poderoso: pidieron líquido para encender mecheros y después de un show de 45 minutos, Hendrix incendió su guitarra.

A partir de esos episodios lo llamaron “el Elvis negro”.

Su actuación en Monterey, California, en junio de 1967 lo dio a conocer en todo el mundo.
Cuando prendió fuego a su guitarra creó uno de los momentos más perfectos del rock. En la primera fila del concierto estaba un chico de 17 años llamado Ed Caraeff, quien nunca había visto a Hendrix antes ni había escuchado su música, pero llevaba una cámara y solo le quedaba una foto. En el momento que Hendrix incendió su guitarra, Caraeff tomó esa última foto. Se convirtió en una de las imágenes más famosas del rock and roll.

Dos años después alcanzó la gloria en Woodstock. Llegó al mítico concierto en el estado de Nueva York siendo el mejor pago de todos los artistas. Y allí hizo historia con una transfiguración guitarrística del himno de los Estados Unidos.

Hendrix en Woodstock
Hendrix en Woodstock

De las actuaciones posteriores se destacó el famoso Festival de la Isla de Wight, en agosto del 70, semanas antes de su muerte.

Luego de la disolución del power trío, el mejor guitarrista de la historia buscó con furia un nuevo sonido soul cósmico al que denominó “música eclesiástica celestial”.
Tuvo algunos estancamientos creativos, a los que creía combatir con sexo y drogas. 

Algunas curiosidades de su vida 

*No tenía estudios musicales. Fue un genio autodidacta.

*Al principio de su carrera sufría el famoso miedo escénico, si hasta llegó a cantar oculto detrás de un decorado.

*Era fanático de la serie televisiva “Batman”, la de Adam West. Muchas veces, al iniciar un show, se daba vuelta y le preguntaba a su baterista: “Estás listo, Robin?”.

La muerte 

Jimi Hendrix murió el 18 de septiembre de 1970, en Notthing Hill, Londres, ahogado en su propio vómito. Y se tejieron varias teorías sobre ese desenlace. 

La primera las especulaciones es de 1975, cuando Monika Dannemann, la ex patinadora de hielo alemana con la que el músico pasó su último día de vida, acusó a la Cosa Nostra de haber estado detrás de la muerte del guitarrista. Parece ser que la situación económica de Jimi era más bien precaria y tenía muchas deudas.

La segunda teoría apunta directamente a su manager, James Wright, con el que tenía diferencias insalvables.

Y la tercera involucra a la CIA, que tenía un programa de detección de personajes subversivos dentro del mundo del espectáculo.

Hendrix tenía apenas 27 años

Pasó a integrar el famoso club de los 27, integrado por músicos que murieron a esa edad como Brian Jones, Janis Joplin, Jim Morrison y Kurt Cobain.

Alguien escribió: “El rock ha dado poetas, prodigios y genios, pero es posible que nadie llegue nunca a igualar las dotes incomparables de Jimmy Hendrix”.

Fue una extraña fuerza de la naturaleza, convertida en un músico fuera de lo común. Para muchos entendidos, el más grande de todas las épocas del rock.

Una guitarra encendida, hecha fuego.