La estrella pop estadounidense Britney Spears tuvo un viernes de decisiones fuertes: tras una controvertida participación, renunció a seguir en un ciclo de TV y se separó de su representante.

La cantante dejó su puesto como jurado en el programa de televisión estadounidense "The X Factor" a través de un comunicado en el que aseguró que su salida implicó una "muy difícil decisión".

La salida de Britney del “reality” musical emitido por la Fox al que se incorporó en mayo pasado junto a la no menos mediocre Demi Lovato, le impedirá ser parte de la próxima temporada del ciclo.

Además, Spears informó que -después de un año- terminaba su vínculo con el representante Jason Trawick. "Jason y yo decidimos cancelar nuestro contrato. Siempre lo adoraré y seguiremos siendo grandes amigos", aseguró la intérprete en otro escrito dirigido a los medios locales.