La polémica se desató con el lanzamiento de la canción Heated el pasado viernes, debido a que la letra tenía una palabra que a menudo se usa despectivamente contra personas con parálisis cerebral.

La publicista de la artista le dijo a la BBC que la palabra, la cual puede tener distintas connotaciones en inglés, "no se usó en una manera malintencionada".

El escándalo ocurre pocas semanas después de que la estrella de pop estadounidense Lizzo pidiera disculpas por usar el mismo término en la canción Grrrls. En un periodo de solo días, Lizzo se disculpó y volvió a grabar el tema, omitiendo el término ofensivo.

"Déjenme clarificar algo: nunca he querido promocionar lenguaje ofensivo", escribió Lizzo en un mensaje publicado en redes sociales cuando surgió la polémica.

"Como una mujer negra y gorda en EE.UU., he tenido que ver cómo se han usado palabras insultantes en mi contra, así que entiendo el poder que tienen las palabras (ya sea intencionales, o como en mi caso, sin intención)".

A pesar de la controversia, se espera que el séptimo álbum de estudio de Beyoncé, Renaissance, lidere las listas mundiales alrededor del mundo esta semana.

En Reino Unido, el disco ya ha vendido más copias que la suma de los otros 4 discos que le siguen en los listados musicales del país.