"Me fui a los 9 años del paí­s pero algo de lo que me dio me quedó para siempre", dijo el músico argentino-israelí durante el concierto en el que fue ovacionado de pie por una afectuosa audiencia que desde temprano se acercó al lugar.

Luego de abordar durante casi una hora las piezas más importantes de Maurice Ravel, el director sorprendió en el cierre con "El firulete", el tango de Mariano Mores que estaba fuera del programa y que se llevó el aplauso sostenido del público.

En la última de sus presentaciones porteñas destacó las "identidades múltiples que pueden convivir en Argentina al afirmar que "se puede ser polaco, judí­o, sirio, alemán, libanés, turco y no por eso menos argentino", y subrayó que si bien lo "halaga" el reconocimiento popular lo que más lo emociona es el cariño que le da la gente.

Daniel Rabinovich, integrante de Les Luthiers, describió cómo fue la experiencia que lo tuvo como protagonista sobre el escenario junto a Barenboim.
 
“El contacto más íntimo se dio en los últimos 10 años. El idioma de la música es extraordinario porque acerca a la gente; él es un artista de eso”, enfatizó el humorista.
 
“Fue un recital divino”, subrayó.