La actriz de origen argentino Anya Taylor-Joy se presentó en la ceremonia de entrega de los premios Emmy con toda la ilusión de llevarse la estatuilla por su rol protagónico en la popular "Gambito de Dama" emitida por Netflix.

Su principal objetivo no se cumplió, pero deslumbró a todos los presentes con un insinuante vestido de Dio Alta Costura y fue el centro de los flashes.

El premio se lo llevó Kate Winslet por Mare of Easttown, pero Anya, enfundada en su vestido de cuello halter y joyas de Tiffany & Co., fue según Vogue: "lo más parecido a una reencarnación del estilo de las grandes actrices de la época dorada de Hollywood con un look que recordaba a los grandes momentos en la alfombra roja de Lana Turner o Grace Kelly".