Un estudio de Facebook en usuarios adolescentes de Instagram que se realizó en los EE.UU. y el Reino Unido, encontró que más del 40% de los que informaron sentirse "poco atractivos" dijeron que los sentimientos comenzaron cuando usaban Instagram. Los niños también se ven afectados, y el 14% dice que Instagram los hizo sentir peor consigo mismos.

Los informes de Facebook no son una gran sorpresa para los investigadores en el campo de la imagen corporal. Una revisión publicada hace cinco años sobre los impactos de los sitios de redes sociales encontró que su uso, entre adultos y jóvenes, estaba relacionado con preocupaciones sobre la imagen corporal y trastornos alimentarios.

La revisión también mostró que no es necesariamente la cantidad de tiempo dedicado a las redes sociales, sino más bien actividades específicas, como ver, editar y publicar fotos idealizadas, las que son particularmente problemáticas.

Las fotos o "selfies" publicadas por celebridades, personas influyentes e incluso amigos en las redes sociales pueden estar altamente escenificadas y filtradas para presentar las versiones más atractivas de sí mismas. Muchas de estas fotos no son una representación realista de la apariencia real de una persona y sirven para promover ideales de apariencia inalcanzables.

Las personas suelen hacer comparaciones entre su propia apariencia y estas fotos editadas y poco realistas y tienden a juzgarse a sí mismas como menos atractivas.

Este tipo de comparaciones pueden afectar negativamente la imagen corporal y el estado de ánimo general y también pueden promover aumentos en las conductas de ejercicio y dietas nocivas. En particular, los impactos de las comparaciones en las redes sociales son peores que las comparaciones realizadas en persona. Esto se debe a que las personas perciben que los demás en las redes sociales son mucho más atractivos que ellos mismos, pero solo un poco más atractivos en persona.

Sin embargo, todo no es negativo. Otra investigación destaca los muchos aspectos positivos de las redes sociales. Para las personas con trastornos alimentarios, las redes sociales y los espacios de Internet más antiguos, como salas de chat y foros, suelen ser espacios cruciales para compartir experiencias y buscar apoyo. Esto agrega una capa adicional de complejidad a los debates en curso sobre las redes sociales y la imagen corporal.