En siete capítulos, nos presenta a TK (Joseph Gordon Lewitt) como antihéroe con sus rasgos de engreído, algo infantiloide y con poco lugar para los grises. Un joven “fundador” egocéntrico que cree que puede estar por encima de todo y utiliza a las personas para sus fines tanto a nivel laboral como en el plano personal

La serie no duda en mostrarnos comportamientos tóxicos de la cultura empresarial de Uber y las denuncias por acoso sexual, que fueron ignoradas o silenciadas y, en ambos casos, permitidas dentro de la compañía y por parte de los conductores. También quedan patentes los problemas políticos y éticos que tuvieron que eludir para poder imponer la idea.

Joseph Gordon Lewitt realiza un gran trabajo componiendo a Tk y además la serie funciona muy bien cuando deja entrar a los “secundarios”. Principalmente a Kyle Chandler que protagoniza al inversor Bill Gurley, uno de los primeros en confiar en la idea de Kalanick. También destacan la presencia de Uma Thurman y Elizabeth Shue

La serie utiliza montones de recursos de imagen para darle contexto a la historia. Desde el ocasional uso de imágenes gráficas y de videojuego, el derribo de la llamada cuarta pared cuando los protagonistas se dirigen directamente a los espectadores. También el uso de diálogos referenciales tanto musicales como de películas y otras obras culturales y de figuras históricas. 

En definitiva nos encontramos ante una serie que cuenta una historia, actual e interesante. Bien actuada y mejor escrita para mostrarnos el mundo de las Start up que mueven miles de millones de dólares y generan multimillonarios de menos de 30 años.

Está es la primera temporada de esta serie antológica de Paramount + (contará una temporada distinta cada entrega) y vale la pena verla.