La actriz (Nicole Kidman), la escritora (Lianne Moriarty) y el productor y showrunner (David Kelley) volvieron por sus fueros. Como suele decirse que equipo que gana no se toca, los tres se unieron -como ya lo hecho hecho para las dos temporadas de "Big Little Lies" - para la realización de una miniserie en la que 9 personas llegan a un centro de alto perfil para diversos traumas y adicciones.

Cada uno de los personajes ofrece una gama distinta de posibilidades en cuanto al relato que se va desarrollando con actuaciones de alto vuelo acordes a lo esperado. Así encontramos a Masha (Nicole Kidman) dueña y alma mater de Tranquillum que junto a sus empleados intentará rescatar, junto a sus empleados, a los huéspedes de sus traumas, de sus negaciones y del profundo dolor que envuelve a algunos de ellos. 

“Nueve perfectos desconocidos” (basada en la novela homónima de Lianne Moriarty) no es exactamente una serie de género pero se las ingenia para enganchar al espectador mezclando drama, suspenso y humor negro, avanzando sobre una crítica a las terapias new age, el de las drogas y la dependencia de las redes sociales.

Esta combinación va abriendo y cerrando puertas argumentales que encaminan la trama en un sentido u otro con mucha habilidad y si los personajes en una verdadera incógnita. Todos tienen un lado oscuro y cada uno, a su manera, busca llegar a la paz que necesitan seguir con sus vidas.

La vara que había dejado “Big Little Lies” estaba muy alta y está serie no va a lograr subirla aún más. Sin embargo el exitoso trío que la puso en pantalla y el grupo de actores y actrices que estelarizaron los ocho episodios han dejado una producción arriesgada y bien construida (que, seguramente, generará amores y odios) que no va pasar desapercibida.