Luego de haber sido aclamado por “La maldición de Hill House” y su secuela “La maldición de Bly Manor” la vara quedó muy alta. La vuelta al horror clásico y gótico plagado de fantasmas conquistó al público y a la crítica por igual (y a los responsables de Netflix que renovaron la serie) y la apuesta con “Misa de Medianoche” volvió a subir.